MERIII RETURNS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
dios.. normal k las notas de ingles sean las k son XDXDXD
va chicaaasss!!!
os dejo otro pokitoooo
lo siento por tardar tanto, en seriooo
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Mis instintos nunca fallaban y me llevaron al hospital más cercano. Me quite el casco y metí las cosas k me había dado coral en él, colocándolo en mi brazo.
Entre dentro del hospital y me dirigí a la U.C.I. Nadie reparo en mí. Las luces de los cuerpos me llamaban desde las habitaciones. Azules, blancas, amarillas, verdes… yo solo buscaba uno. Aquel rojo… si.
El joven estaba conectado a demasiadas maquinas como para vivir demasiado tiempo. Coloqué mi mano sobre su frente sin tocarlo. Las imágenes llegaron pronto a mi cabeza. ¡Oh, sí! La oleada de placer k sienten los cazadores cuando encuentran a una presa indefensa me recorrió toda la medula espinal, alterando mis sentidos.
Si… 16 años, Alejandro, pero prefería k le llamaran Alex. El pobre había sido demasiado imprudente al cruzar aquella carretera y no había visto el camión k bajaba demasiado rápido.
Baje mi mano hasta su pecho. Pulmones destrozados… un corazón k pronto fallaría…
Un hígado roto… Solo viviría un par de horas más, y con mucha suerte.
Puse mi mano sobre su brazo. Saque una de las bolsas que coral me había dado y prepare la aguja y la bolsa para la extracción. Localice la vena y clave la aguja.
De repente la puerta se abrió y un enfermero apareció.
X-¿Quién…?
Entre rápidamente en su mente y le lancé algunos recuerdos falsos, k me ayudarían a seguir con mi trabajo.
M-Ah. Ethan, estoy haciendo el análisis k pidió el doctor, no te preocupes. Por cierto feliz cumpleaños.
E-Gracias Meri. Buenas noches.
El enfermero se marchó. La bolsa estaba por la mitad, pero para Sonia le serviría.
Retire la aguja del pálido brazo de Alex, y me guarde el precioso líquido carmesí en la bolsa dentro del casco. Que sed… Me agache sobre la pequeña incisión por donde la sangre salía y pase me lengua. Normalmente, mi saliva hacia el efecto de anticoagulante, si k la sangre brotó por la herida con más fuerza. Absorbí la sangre con cuidado de controlarme. Cuando acabe, le coloque una tirita y me cuide muy mucho de k la pequeña hemorragia se cortara. El sabor metálico de la sangre inundo todo mi cuerpo produciéndome un estado de éxtasis k me duraría por lo menos unos tres días, sin embargo a Sonia, el medio litro solo le duraría medio día.
Volví a colocar mi mano en su frente y, cualquier dolor k pudiera sentir con mi intervención, lo anulé. Salí de allí con la bolsa y volví a la moto.
Intente llegar lo más antes posible, sin poner mi vida en riesgo (más bien la moto. Si le hiciera un rasguño, Sonia me mataría, valga la redundancia).
Cuando por fin llegue a casa, tenían el garaje abierto para k entrara lo antes posible, lo cual significaba k Sonia no estaba tan bien como había supuesto.
Entre lo más rápido k pude y le lance la bolsa a Sonia quien la cogió al vuelo y la rompió, bebiéndose hasta la última gota.
Me senté en el sofá y me fije en sus ojos. No habían variado ni un ápice desde la última vez. Negros, sin sentimientos y sin brillo. Daba miedo, pero no a mí.
Su mente solo pensaba en una cosa. Sangre. Tenía el olor de la sangre flotando en su mente igual k su sabor. Eso me abrió otra vez el apetito. Cuando mire al resto estaban a por lo menos diez metros de Sonia e intentaban no abalanzarse sobre la bolsa de sangre.
Coral miro para mí. Su mirada parecía pedirme otra para ella.
M-Coral, mañana tenemos k ir de caza así k, tranquilas las tres ¿de acuerdo?
An- yo aun aguanto Meri.
M-Mírame, no aguanto yo… tu no tardaras mucho en estar como Sonia así que mañana por la noche vamos de caza.
Me senté en el sofá donde estaba Sonia, cuyos ojos habían tomado un color rojizo debido a la sangre humana, pero ya volvían a ser normales.
M-¿Estas mejor, Sonia?
S-Si… pero… yo…
An-¡Ei! Que todas hemos pasado por lo mismo, no te preocupes.
C-Si, al principio es un rollo pero luego…
Coral, k estaba sentada en la encimera k comunicaba la cocina con el salón, salto de esta y, dando un par de mortales en el aire, acabo de pie, con actitud de cazadora encima del respaldo del sofá.
An- ¡Creída! No sabes ni saltar
Antia k estaba apoyada en la pared, salto el doble de distancia k esta, haciendo más filigranas en el aire y se sentó suavemente en el sofá k quedaba libre, tomando una posición de autosuficiencia.
Me levante y me coloqué justo debajo del barandilla k estaba en el segundo piso, y salté, cayendo suavemente sobre un solo pie encima de la barandilla.
An-¡No vale! ¡Tú no cuentas!
C-¡Joo! ¡Cómo te gusta hacernos quedar mal!
M-¡Solo soy un poco mayor k vosotras, por favor! K niñas…
Grité desde el piso de arriba. Me dirigí hasta mi maleta, donde, previendo lo k podría pasar, había traído sangre de reserva para uno o dos días. Las baje hasta un armario lo más rápido k pude (k era bastante) y me volví a sentar en el sofá.
Las tres captaron el olor nuevo.
An-no huele…
M-Las tengo contadas, chicas, y solo son para emergencia, ¿vale? Son sintéticas del 0+, de las ricas. Pero sabéis k prefiero k… os “alimentéis” de otras cosas antes k de humanos o de las bolsas, k luego os viciáis…
Antia me miro, un poco celosa de Sonia, pero no podía enmascarar su instinto, así k en seguida se dio cuenta, pero sabia k si yo no la reprendía por su comportamiento no conseguiría estar por encima de su instinto.
M-le viste los ojos, ¿verdad? No eran oscuros, no. Eran negros antia, i lo sabes. Sabes k si hubiera llegado un poco más tarde vete tú a saber dónde estaría George.
An-Lo sé. Lo siento.
S-No pasa nada, yo también me pondría así.
Ambas sonrieron amagadas por sus respectivas actuaciones.
C-Va, venga, buen rollo, ¿ok?
El ambiente rápidamente cambió.