***La Unión de los Elementos***

Bueno lo prometido es deuda aquí dejo el siguiente capitulo

Capítulo 6 La abuela

Varios escalofríos recorrían el cuerpo de Xina. La pobre estaba empapada y enfadada. Su amigo le exigía cosas con las que ella se jugaba el cuello en el orfanato y por encima sin explicaciones. Por ese motivo no se molesto en ocultar su hostilidad en cuanto llegó junto a él.
-¿Qué quieres?- Le preguntó sin ni siquiera saludarle.
-Comprendo que estes enfadada- le contesto Lenas- pero escucha lo que te tengo que decir.
Xina hizo un gesto con la cabeza indicándole que le estaba prestando toda su atención.
- Mi abuela quiere verte.
-¿Qué? ¿Eso es todo?- Saltó la joven enfurecida.
-Oye, yo no tengo la culpa. Mi abuela me dijo que te pasara el mensaje. Me dijo que si podías ir después de clases sería genial.- Continuó diciendo Lenas
Xina ni siquiera se moletó en contestar, se dio media vuelta y se fue de allí. Justo cuando estaba a punto de salir del recinto del instituto se volvió y dijo:
- Dile a tu abuela que en el orfanato hay reglas que cumplir que si me doy escapado esta noche iré y si no soy capaz de salir, cosa más que probable, iré el sábado a la tarde, que es cuando tengo tiempo libre.- Luego, sin más explicaciones se dirigió a la parada de autobús, donde estaban el resto de sus compañeras huérfanas.
-Espera...- Susurró Lenas- Aún no te he dicho el motivo por el que hoy no te hablé...
Sin embargo el joven no se movió, no fue junto a su amiga del alma a explicarle todo lo que le pasaba por la cabeza. Se quedó quieto bajo la lluvia esperando algo, algo que todavía no había llegado.

[...]

Esa noche a la una Xina se despertó sobresaltada. Había tenido otra vez esa horrible pesadilla en la que se ahogaba. Ese sueño se repetía con frecuencia desde que sus padres habían muerto, hacía ya diez años.
Silenciosamente Xina se levantó de la cama y se vistió. Los zapatos los cogió con la mano y abrió con cuidado la ventana. Salió al tejado dejándola entreabierta para volver a entrar en cuanto acabara lo que tenía que hacer.

Una vez que salió del recinto del orfanato se calzó y se encaminó a casa de Lenas. Todavía no sabía porque hacía eso pero algo en su interior le indicaba que era lo correcto. Al menos por suerte había dejado de llover.

[...]

Lenas estaba profundamente dormido cuando oyó unos golpes en la ventana de su habitació. El ruído en sí no tenía que haberle despertado, pero al ser muy seguido terminó por sacarlo de su descanso.
Intentando hacer el menor ruído posible levanto la persiana y abrió la ventana. Se asombró mucho al ver a su amiga
-¡Xina! ¿Qué haces aquí?- Susurró de forma audible.
- Tu abuela quería verme, ¿recuerdas?- Le contestó la aludida mordadmente. Aún no lo había perdonado por el vacío de esta mañana.
Lenas se vistió a toda prisa y salió de su casa. Luego acompañó a su amiga hasta la casa de su abuela. Las luces aún estaban encendidas por lo que llamaron al timbre. Les abrió una mujer mayor.
-Abuela, esta es Xina. Xina, esta es mi abuela- Hizo las presentaciones Lenas.
-Encantada- murmuró la joven.
Cuando entraron en la casa, Xina pudo ver a la abuela de su amigo. Era una señora de aproximadamente unos ochenta años, tenía el pelo blanco y largo recogdo en una trenza que le llegaba hasta la mitad de la espalda. Sus ojos eran de color azul muy claro, casi blanco y debía de medir poco más de un metro cincuenta.
-Bienvenida Xina. Tengo muchas cosas que contarte acerca de tu familia. Mi nombre es Miriam.- Se presentó de una forma un tanto extraña la abuela de Lenas.
- De... ¿mi familia?- Preguntó con la voz entrecortada la aludida.

Continuará...

Como prometí uno bastante largo xD Bueno espero que os haya gustado.

vale muchas graciassssssssss
me encanta

de nada wapa.. luego si tal subo otro trocito vale????

Capítulo 7 Recuerdos

Lea paseaba por la playa, mientras su mente retrocedía hacia el pasado.

Un día de verano, su abuela y ella estaban paseando por esa misma playa.
-Princesita, ¿te acuerdas de la historia que te conte cuando eras pequeña, la de las sirenas humanas?
-Si abuelita- Le contestó la niña.
-¿Y te acuerdas de que también te dije que ese poder pasaba ed abuela a nieta verdad?
-Si- volvió a responder la niña extrañada.
-Bien, pues quiero que mires una cosa.
Y entonces la abuela se echó al agua. Cuando volvió a salir a la superficie su curpo era azul y tenía cola de sirena.
-Abuelita tú...- Empezó a decir Lea.
-Si cielo, yo soy una sirena, y cuando yo me muera tu también lo serás porque heredarás mis poderes.

Lea aun recordaba esas palabras con exactitud, aún cuando habían pasado seis años de aquella conversación. También recordaba como su abuela le explió que ser sirena también tenía una responsabilidad. Y la primera de todas ellas era guardar silencio sobre su secreto. También tenía que buscar a las otras criaturas mágicas, como habían hecho todas sus antecesoras.
Era su deber y el de sus compañeros mágicos librar al mundo del mal, pero ella sólo tenía dieciseis años y no estaba preparada para ello.

Flash Back

-Abuela, ¿tú a que años te convertiste en sirena?
-Yo tenía diez años cuando ocurrió. Y desde entonces no he dejado de buscar a las otras criaturas de los dioses.
-Pero ¿no eras muy pequeña?- Preguntó Lea
-La edad no importa cuando hay una misión por cumplir, por degracia no di encontrado a ninguno de mis hermanos por lo que tú vas a tener que continuar mi misión cuando yo ya no esté.
- ¿Y que son tus hermanos?- Volvió a cuestionarse la niña en voz alta.
-No lo sé, nadie lo sabe, sólo ellos, ya que la primera regla que hay que cumplir es no revelarle a nadie lo que eres.- Le explicó pacientemente la abuela
-¿Por qué?
-¿Quieres que la gente venga a estudiarte para descubrir el origne de tus poderes?¿O que te encierren por miedo a que les hagas daño?
La niña negó con la cabeza.
-Bien, pues eso es lo que pasarí si dijeras algo.
-¿Y cómo reconoceré a nuestros hermanos?
-Lo sabrás cuando estes con ellos, lo sentiras en todo tu ser, ya que la ma´gia será muy fuerte.

Otra conversación más unos días después de la anterior. Tantos recuerdos le duelen a Lea, por lo que vuelve a llorar la muerte de su abuela. Eran muchos los secretos y las historias que las dos conpartían y ahora todo eso se había perdio. "Bueno, perdido no"- Pensó Lea-" Siempre quedaran guardados en mi interior"
Pero con eso no bastaba, ella quería a su abuela a su lado, no sólo en su recuerdo. Ella necesitaba tocarla, abrazarla, contarle lo que le pasaba por la cabeza. Sólo ella la comprendía y sólo ella podía ayudarla y guiarla en la gran carga que tenía por delante.
Pero Lea tenía que ser fuerte, ella al menos contaba con seis años más que su abuela, uando esta se transformará por primera vez. Podía conseguirlo, si se lo proponía y dejaba de llorar. Así que haciendo un gran exfuerzo se secó las lágrimas y miró hacia el horizonte.
-Lo lograré, abuela, seré fuerte como tu. -Le dijo al océano, que lerespondió lamiéndole los pies con su agua salada.

Continuará...

Espero qeu os haya gustado. *.*

preciosaaaa
ia tenia ganas de seguir leyendooo
^.^